Lo que yo necesito…solo esa frase daba vueltas en mi cabeza mientras daba un paso mas…por que hacerlo yo??, por que no ella??, acaso es mi responsabilidad??, acaso tengo algún compromiso que me lleve a tener que hacerlo??…

Luego de tratar de arreglar la situación nos sentamos a conversar, tal vez nunca antes habiamos tenido una conversación asi, por primera vez en mucho tiempo pudimos decir las cosas tal como eran, creo que ninguno de los dos estaba conforme con la persona que caminaba a su lado, y eso, nos perjudica a ambos, como dijo ella, “Yo no quiero perder mi tiempo”, como dije yo “Yo no tengo garantías de nada”…luego de algunas lagrimas derramadas…le pusimos fin a una gran encrucijada…

[EM] – Yo necesito que me quieran, que me engrian, que me cuiden…
[JH] – Yo necesito a quien cuidar…

Un beso cerró la conversación, y caminamos nuevamente juntos, ahora hacia otro rumbo…


Hacía mucho tiempo que no tenia una buena conversación ni tomaba un buen café...

Se dió la oportunidad, tal vez sin querer o queriendo de verdad, pero al final se dió el momento, un Capucchino nos acompañaba y muchos temas por conversar...

Empezamos con el canto. No creo que tenga buena voz, aunque muchas personas me dicen lo contrario, pero para mí, ella si tiene buena voz, una mezzosoprano sentada frente a mi, y con experiencia en coros y presentaciones...

Cantamos una que otra canción mientras llegaban los cafes, ella trataba de convencerme para inscribirme en un evento de canto y yo un poco reacio en el tema trataba de convencerla de cantar juntos.

Abordamos tantos temas como no pensados. Familia, Canto, internet, messenger, amor, matrimonios, sexo...consejos iban y venian, fue una grata conversacion, muy amena y productiva, espero que para ambos.

La segunda ronda de cafes llegó, ambos degustando una butifarra y con mucha risas por delante, la conversacion tomó mas confianza, ahora el trato era mas abierto para ambos.

Dieron las 22:20 y decidimos despedirnos del Esbary de Jiron de la Unión. Me pidió que la acompañe a un cajero para disponer de efectivo. Luego de eso buscamos una ruta en comun para poder continuar con la conversacion, ella se ofreció a mostrarme una mirada de Lima de Noche, mientras ibamos acercandonos al centro de Lima el panorama cambiaba, una ciudad iluminada por luces colocadas por alguna mano artista le daba un toque melancolico y romantico al lugar, la compañia de la que disfrutaba era buena y el lugar ayudaba mucho...

Lastimosamente tuvimos que despedirnos, con la promesa de repetir aunque sea una vez mas la salida...dejamos pendiente una apuesta y subi al carro que me llevaría a mi casa...al avanzar vi la silueta de una mujer que se perdia en las zombras de la calle con destino a su casa, tal vez con una sonrisa en los labios como yo...Buenas noches Gaviota...
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