El era un hombre moreno de aproximadamente 30 años, media
- Perdónenos, la verdad me apena que todo esto haya ocurrido, pero nosotros también somos victimas de este lugar…
- No tengas cuidado, pero esta muchacha si que da miedo cuando se enfurece…
- (Rebeca sonrojada) Lo siento, se que tal vez no me pueda disculpar por lo que paso, pero le juro que no era yo quien lo hizo, es algo extraño de explicar es como si…
- No te preocupes muchacha, entiendo, además, soy resistente y la herida que me ocasionaste “accidentalmente” no tuvo mayor implicancia, aunque por la perdida de sangre me siento un poco cansado, y como se llaman??
- Mi nombre es Jhon y ella es Rebeca, mi novia…
- El mío es William, soy jefe de seguridad de este lugar, trabajo en el nivel 3 de esta base. Luego de la perdida de electricidad recibí llamadas de auxilio del personal que estaba asignado a este nivel, cuando llegue no encontré a nadie, solo manchas de sangre por todos lados, y a tu novia…
- Bueno, ella y yo éramos parte de algún tipo de experimento realizado en este lugar, pero ahora no queremos ser parte de nada, solo salir de aquí
- Déjenme descansar un poco y nos iremos juntos de este lugar, yo también deseo salir de aquí, además necesitarán de mi ayuda para poder llegar hasta el primer nivel, solo yo conozco las combinaciones para los accesos y si hay mas personas como tu novia tendremos que evitar las salas de reposo de los experimentos…aunque no lo crean, ustedes son solo una pequeña parte de las “cosas” que hacían aquí…
- De acuerdo William, descanse aquí, sobre esta camilla. Sabe donde podremos encontrar un baño, Rebeca necesita asearse.
- Claro, por este pasillo a la mano izquierda, creo que no importa cual usen, pero el que esta ahí es el de damas…
- Esta bien gracias.
- Luego de que descanse podremos ir a la sala de dormitorios para que se cambien de ropa, no es recomendable andar por ahí con solo una bata…
- Verdad, cuando desperté habia una chica conmigo, su nombre es Angélica, me dijo que trabajaba aquí en el control de los pacientes, la deje en la habitación en la que estaba antes.
- Que raro, no recuerdo ese nombre, pero de todas maneras creo que podemos ir a revisar, mientras más seamos mejor.
- Descansa Will ya volvemos…
Mientras nos dirigíamos hacia el baño, pude notar la mirada perdida de Rebeca, su rostro estaba pálido, asustado, la impresión de saber que podría ser peligrosa para nosotros la aquejaba mucho…no sabia que decirle, yo la amo y no pensaba dejarla sola aquí, tengo que encontrar la forma de curarla y de salir de aquí, no voy a permitir que nada le pase yo…
- Jhon, ahora que lo pienso, el ultimo recuerdo que tenia antes de convertirme en esa cosa, era el de una voz que me decía que me liberara, me llamaba por mi nombre…y una extraña sensación de ser observada.
- Yo también tuve la misma sensación cuando me acercaba hacia el lugar donde estabas con William, es extraño…
- ¿Que cosas puedes hacer tu?
- ¿A que te refieres?
- Con la mente, yo puedo mover cosas y leer los pensamientos de las personas, creo que hasta levitar, estuve intentando hacerlo, pero es un poco difícil y cansa mucho…por eso quería preguntarte que cosas sabes hacer tu…
- Bueno no he podido probar muchas cosas, creo que solo puedo leer los pensamientos, nada mas, a diferencia tuya yo llevo casi una hora despierto, no he tenido tiempo de practicar, en cambio tu ya eres toda una experta. (risas)
Trataba de que olvidara lo que había ocurrido, aun no puedo creer todo esto, parece una pesadilla…
Entramos al baño para que ella pudiera lavarse. Al parecer este era uno de los pocos lugares que no había sido presa de las atrocidades de los científicos locos que trabajaban aquí.
Una vez dentro, ella se acerco rápidamente al lavabo y prontamente abrió la llave para que saliera el agua, cuando me acerque a ella y levante la mirada hacia el espejo…por un momento, no pude reconocer mi rostro…por un momento me sentí mareado…y todo se tornaba oscuro…muy oscuro…
- Eres terco Jhon, más de lo que crees…
- ¿Que?, ¿quien eres tu?
- Mi nombre es Richard, fui yo quien te dio libertad, a ti y a tu novia, fui yo quien se reveló a nuestros creadores, a esos entupidos hombres que soñaban con dominarnos, pero nosotros no somos mascotas ni armas, somos dioses.
- Richard, aun podemos salir de aquí, mi novia y yo hemos encontrado a un Jefe de seguridad que conoce la forma de escapar, podemos irnos todos juntos.
- No necesito escapar de aquí, este lugar me pertenece, tengo a mis hermanos y hermanas aquí, y ustedes dos son parte de esto, únanse a mi, nosotros somos la evolución ahora.
- No digas tonterías, necesitamos encontrar una cura para esto, Rebeca sufre un efecto secundario, en ocasiones pierde la razón y se convierte en un ser extraño, tengo que ayudarla, no puedo dejarla así…
- Si se por lo que pasa tu novia, soy yo el que controla su transformación, ella me pertenece, y tu también, no trates de escapar de lo inevitable. Eres algo especial pequeño amigo, pero eso no te hace importante, si lo deseo puedo acabar contigo ahora, pero en vista de que rechazaste mi noble invitación, veré hasta donde llegas, me entretendré un rato con ustedes…suena divertido…
Mientras su macabra risa se perdía en lo profundo de mi cabeza, un rostro iba apareciendo y una dulce voz me invitaba a despertar…
- Jhon, Jhon…despierta…
- Eres tu preciosa
- Jhon que paso, te desplomaste tras de mi, y no sabia que hacer, te llamaba pero no me hacías caso, no quiero volver a perderte…
Mientras veía caer las lagrimas por sus mejillas, y sentía su mano apretar fuertemente la mía, comprendía que sea quien sea ese Richard o lo que haya pasado aquí, debíamos salir, no iba a abandonarla…
- No me perderás pequeña, no me vas a perder nunca. Te agradecería que me ayudes a poner de pie y vayamos a ver como esta Will, no quiero pasar mucho tiempo en este lugar, no me quiero encariñar con el baño. (risas)
- De acuerdo, pero eres tu el que se hecho a dormir, no yo.
- Lo se, pero tenia la esperanza de que te echaras a mi lado.
No quiero preocuparla con tonterías, ya había pasado por cosas muy fuertes, trataría de ofrecerle la mayor tranquilidad posible.
Luego de ponerme de pie, y de reírnos un rato juntos, tal vez para evitar caer en la locura o el llanto, por un momento no olvidamos donde estábamos o que estaba pasando, éramos solos los dos en el mundo, y por un momento, pensé que todo esto era mentira. Instintivamente me acerque a ella con los ojos a medio cerrar, y antes de que nuestros labios pudieran tocarse, un estrepitoso rugir que vagaba por todos lados, nos quito el momento…
- Creo que es hora de irnos
- Si, voy contigo Jhon, hasta el final
- Hasta el final
Con Rebeca de mi brazo, salimos del baño, sin pensar siquiera en todo lo que nos esperaba…