Día 82 – Un raro comienzo…un final diferente…(Parte V)

A veces me pongo a pensar que todo esto es una pesadilla, a veces, prefiero creer que es así, tal vez para tener alguna esperanza de que esto va a acabar pronto, pero por mas que lo intento eso no sucede. Es extraño, siempre pensé que podría ser dueño de mis emociones y sentidos, pero ahora me siento asustado, tengo miedo, no solo por mi, también por las personas que vienen conmigo, tengo miedo por Rebeca, por Sara, por William, tal vez no pueda ser capaz de sacarlos de aquí…pero…trataré de no fallarles…

• Ahí adelante esta la salida a la recepción de este nivel, el ascensor esta pasando esa sala, si seguimos a este paso podremos llegar al…

Un estruendo ensordecedor detuvo nuestro paso al instante, parecía el rugir de algún tipo de animal, de algo…grande, cuando quisimos retomar los segundos perdidos, pudimos apreciar como la puerta delante de nosotros era destrozada y una especie de monstruo con forma de oso emergía de la sala a la que nos dirigíamos, los largos brazos de esa cosa llegaban hasta el suelo, y se podían ver las largas garras que rayaban las superficie de las losetas, los colmillos, que sobresalían de una boca jadeante y los ojos de un color rojo sangre fueron suficientes para darme cuenta de que necesitaríamos un milagro para salir de esta. De repente un disparo atravesó el pecho del monstruoso animal, al girar el rostro, pude ver a Will empuñando una enorme arma que logró arrancar un pedazo de piel del monstruo, pero eso no impidió que se mantuviera de pie, solo…lo enfureció mas…

• Corran, yo lo entretendré un momento.
• Rebeca toma a Sara y traten de regresar, Will y yo trataremos de hacer algo.
• No!, esto es por mi culpa, mi padre quiere que regrese con él, debo volver, así no les hará daño.
• Si te vas pequeña, de todas maneras tratará de matarnos, te prometí que saldríamos de aquí y así será…todos. Ahora escóndanse.

Un rugido más fuerte y otro disparo, solo pude tomar una muleta que estaba tirada en el piso y que trate de utilizar para poder golpear al animal. Will dejo de apuntar al pecho del animal y ahora le disparaba a la cabeza, había recibido directamente tres disparos más pero el monstruo seguía en pie.

En un rápido movimiento se abalanzó hacia nosotros con una garra extendida. Will pudo esquivarlo, yo fui lanzado a dos metros de distancia, por suerte solo me rasgo la bata, pero el dolor de espalda generado por el gran golpe casi me hace perder el conocimiento, Will trataba de dispararle a las piernas para ver si perdía el equilibrio pero era inútil, perecía como si esa cosa no iba a morir nunca.

Se oyó un último disparo proveniente del arma de Will, cuando bajó la mirada para recargar nuevamente el arma, el monstruo lo tomó del cuello, Will levantó sus manos para apuntar al ojo del animal, este le tomo de las manos, parecía como si quisiera arrancarle los brazos…trate de golpearlo pero fue inútil, nada de lo que hacia tenia efecto en esa cosa, con una de sus fuertes patas me lanzo nuevamente lejos de él…

Justo antes de golpearme contra la pared pude ver como el monstruo era lanzado por los aire con una gran fuerza y soltaba a Will, quien trataba de reincorporarse rápidamente ayudado por Rebeca.

La imagen de Sara levitando ligeramente sobre el suelo y dirigiéndose hacia la bestia me hizo pensar que no estaba ahí, tenia el cabello flotando alrededor, como si alguna corriente de aire debajo de ella jugara con sus cabellos, tenia la mirada rojiza, una mirada aterradora, por momentos se veían pequeñas chispas que se desprendían de su cuerpo, como las lenguas de fuego que emanan del sol.

Giro hacia mi y me habló.

• Jhon párate, sal de ahí, no quiero lastimarte, no pienso permitir que mi padre les haga daño con sus experimentos.
• Sara regresa, es peligroso lo que vas a hacer
• No te preocupes por mi, yo se lo que hago, ya he pasado por esto muchas veces.
• Está bien, ten cuidado…
• Lo tendré…

Luego de esa conversación me puse de pie rápidamente y me dirigí hacia Rebeca y Will, quien aun estaba adolorido por el encuentro con ese monstruo.

Pudimos ver como Sara se dirigía hacia el monstruo que minutos antes había atrapado a Will, este se paró frente a Sara y trato de sujetarla con sus enormes garras, pero un tipo de campo de fuerza la protegía. Levantó al monstruo con un ligero movimiento de su mano derecha y lo lanzo nuevamente contra la pared, lo levantó una vez mas y comenzó a golpearlo repetidamente, luego, cuando tenía al monstruo en el aire Sara levantó sus dos manos y sentí como la temperatura del lugar se elevaba rápidamente y brotaban oleadas de calor de Sara, luego de un breve instante, el monstruo empezó a arder, la escena duro menos de un minuto, y en el lugar donde había estado la bestia se podía ver solo un montón de de cenizas, el piso quemado y las paredes laceradas por la alta temperatura, cuando deje de ver lo que había quedado de la bestia y dirigí la mirada hacia Sara, la pude ver tendida en el suelo, Rebeca corrió rápidamente hacia ella para ayudarla, al parecer estaba dormida, Rebeca levantó su cabeza mientras le hablaba.

• Sara!, Sara! Despierta, ¿estás bien?
• Mmm??, Si estoy bien…solo un poco cansada…
• Me imagino, ya paso todo…
• Perdóname por haberte asustado, a todos, no quería que esto pasara pero no quiero que mi padre les haga daño.
• No te preocupes, descansa, nosotros cuidaremos de ti.

Con Sara en brazos nos dirigimos hacia el elevador que se encontraba al final del pasillo, Will giro una llave y el elevador inicio su recorrido hacia el Nivel 6.

A diferencia de los niveles anteriores, este tenía un acabado distinto, el piso estaba alfombrado y se notaba un poco más amplio, parecía un hotel, a cada lado del pasillo se podían ver las puertas de los dormitorios, de un color marrón oscuro.

Este lugar no había sufrido daños, como si las personas hubieran desaparecido, no había desorden alguno.

• Creo que deberíamos dejar de apreciar tanto el lugar y buscar ropa para ustedes, no creo que haya mucha ropa para ti Sara, pero Rebeca podría ingeniárselas para encontrarte algo, mientras yo busco si hay armas o comida, Jhon acompáñalas.
• Si, bueno chicas creo que es hora de irnos de compras.

Pude ver la sonrisa en los rostros de Rebeca y de Sara, por un momento nos olvidamos de todo lo que estaba pasando, la idea de robar ropa nos animo a todos, o por lo menos eso parecía. No fue difícil encontrar ropa para mí, debido a que la mayor parte de los trabajadores de este lugar eran hombres, un par de zapatillas, un pantalón Jean, un polo y una casaca roja, no aguante la tentación de llevarme una gorra que encontré en un vitrina, al parecer el dueño de esta, era un coleccionista, y la gorra que ahora llevaba puesta, era su mas preciada prenda, pero como están la situación ahora, no creo que le importe mucho.

Rebeca pudo encontrar ropa de su agrado y talla, y como dijo Will, se las ingenió para encontrarle algo a Sara. Por ahora nos sentíamos cómodos con lo que llevábamos puesto, tampoco mucho para escoger, minutos mas tarde Will llego con mas cargadores para su pistola, y una Crosman 357 Mágnum de 6 tiros, no muy practica, pero si muy potente, según me dijo, de su colección personal.

Además cargaba granadas, explosivo plástico y un rifle de largo alcance sumamente grande, aunque en la espalda de Will no se apreciaba tanto el tamaño. Nuestro amigo había resultado ser un integrante de las fuerzas especiales en retiro. Cuando me entregó el arma pude sentir como el peso del revolver vencía a mis brazos, por un momento dude de llevarla, pero bajo la insistencia de Will acepté. Me explicó a grandes rasgos como usarla y que cuidados tener para que la fuerza del disparo no me tire al piso. Cuando todo estuvo listo, nos dirigimos nuevamente al elevador, ahora con destino al Nivel 3, al laboratorio principal, donde se encontraba Richard, aunque hubiera preferido tomar otro camino, no existía esa opción, Rebeca le explicó a Sara que tendríamos que pasar por el nivel donde se encontraba su padre, y que pase lo que pase la íbamos a proteger, luego de un fuerte abrazo no pusimos en marcha…las puertas del elevador se cerraron…llevándonos hacia nuestro destino…