Al mirar por la ventana del carro puedo ver a las personas bajo esa ligera lluvia de verano, una lluvia a la que no le temen, una lluvia que ignoran, es un momento mágico el ver a las personas sonriendo por un poco de agua, como una metáfora extraña de la vida.
Lágrimas metafóricas caen por la cálida tarde mientras continuó con mi camino hacia ningún lado, mientras el carro continúa su viaje segador de sueños, preocupado por el tiempo, por esos fragmentos de tiempo que se escapan de nuestras manos, cuando lo único que deseo es...mojar un poco mi corazón.
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